Aunque sabía que eso que estabas transitando no era específicamente una forma de vivir, tenía la egoísta esperanza de que tu sueño obligado durase lo suficiente y que sólo fuera la antesala de un despertar para volver a verte y escucharte.
Hoy decidiste que tu camino había terminado y dejaste de alimentar esa esperanza… te fuiste.
Te amo como sólo se ama a quién se admira, y aunque me despida de la idea de tu retorno, me dejaste mucho con qué recordarte.
Poder decir adiós, es crecer.
Gracias Totales Gustavo
Gustavo Cerati (1959-2014)
(Nota escrita el 4 de Septiembre de 2014)